Las acciones que repetimos cada día poseen un gran poder oculto que influye de manera positiva o negativa en nuestra salud tanto física como mental.
Tenemos una gran responsabilidad con nuestra salud física y nuestro bienestar emocional. Repetir experiencias placenteras nos proporciona bienestar a nivel integral.
Ir más allá de comer sano y hacer ejercicio es la meta, porque nuestro cuerpo es un sistema complejo donde existe una íntima relación entre cuerpo y mente. Ésta última tiene una poderosa y determinante influencia en la parte física.
Necesitamos hábitos saludables y cuidados repetidos a diario porque estamos continuamente expuestos a agentes que podrían ser estresantes. Por eso es recomendable echar mano a rituales que den calidad a nuestro día a día.
Cuando despiertas
No cojas directamente el móvil para navegar o ver quién te escribió. Estírate y respira, ya que ayuda a eliminar las toxinas, fortalece los músculos y disminuye el estrés.
Mientras dormimos podemos adquirir una mala postura y en consecuencia se genera rigidez y dolor muscular. Estirándote se desentumecen las articulaciones que han estado en reposo y se re-acomodan los fluidos que se han acumulado mientras dormías. Al movernos, el cuerpo activa su sistema linfático y, como resultado, se limpia y se eliminan las tensiones. Al respirar profundamente y estirarnos en la mañana, enriquecemos la sangre de oxígeno y mejoramos el flujo sanguíneo hacia los músculos y el cerebro.
Estírate poco a poco y lentamente al despertarte. Estírate un poco mientras te duchas en la mañana. Estírate cuando te seques. Estírate antes de vestirte. Estírate todas las veces que consideres necesario.
Limpiar nuestra lengua
Una de las rutinas ayurvédicas más importantes para el cuidado de la salud es la limpieza de la lengua. Cuando dormimos el sistema digestivo trabaja para desintoxicarse. Las toxinas expulsadas son depositadas en la superficie de la lengua a través de los canales de secreción internos y son responsables de la capa que muchas veces vemos en nuestra lengua a primera hora de la mañana.
Al remover esta capa se abren los poros y las papilas gustativas, permitiendo que funcionen efectivamente. De lo contrario, se bloquean y no reconocemos bien los sabores. Entonces los receptores de nuestra lengua envía mensajes confusos a nuestro cerebro, desorientando nuestro sentido del gusto y el deseo por los alimentos adecuados para nuestra constitución física. El hábito de limpiar nuestra lengua evita la re-absorción de toxinas. Varios tipos de enfermedades digestivas y respiratorias son resultado de la re-absorción de estos residuos (la suciedad que se acumula en la raíz de la lengua obstruye la respiración y produce un desagradable olor).
Nuestra lengua nos da muchas pistas de lo que sucede dentro de nuestro cuerpo. Limpiar nuestra lengua a diario favorece la digestión y activa la producción de saliva para el resto del día.
Gárgaras en la mañana
Haz "oil pulling", mejor conocido como gárgaras con aceite de coco. Es una terapia ayurvédica que consiste en mover aceite de coco dentro de la boca de 5 a 20 minutos en ayunas. El aceite de coco extrae las toxinas acumuladas en la boca durante la noche y estas son desechadas junto con el aceite. Al terminar escupe el contenido (aceite con toxinas) en la basura o en el escusado, ya que el lavabo se puede tapar, debido a que el aceite de coco se solidifica a temperaturas inferiores a los 24 ºC.
Nuestra primera bebida de la mañana
Beber un vaso de agua tibia en ayunas con unas gotas de limón y dos trocitos de jengibre fresco rayado o machacado, re-hidrata tu cuerpo, mejora la digestión, despierta tu fuego biológico, alcaliniza tus tejidos, desintoxica y desinflama el cuerpo.
Muévete
Necesitas liberar todas esas toxinas y grasas extras. Además, el ejercicio es un antidepresivo natural. Encuentra alguna actividad que te guste y ¡sal de tu casa!
Yo en la mañana recomendaría la práctica de yoga, ya que, a diferencia de otros ejercicios, es una disciplina que no devenga gran cantidad de energía para llevarla a cabo en estas horas tempranas y no tendríamos que hacer esfuerzos excesivos. Además, continuaríamos con la rutina de estiramientos y respiración recomendadas al principio.
La práctica del yoga fortalece nuestro cuerpo y mente. Aunque muchos conozcan el yoga como una disciplina física donde se practican diferentes posturas o asanas que mejoran la condición física, la ejecución de estos movimientos va más allá de cultivar el cuerpo. En la filosofía del yoga se establecen como objetivos el control de las alteraciones mentales, la reducción de los sufrimientos, el desarrollo de la espiritualidad y la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo, obteniendo así el bienestar del cuerpo y el alma.
Disfruta de una ducha energizante
Procura usar productos de higiene 100% naturales; sin sulfatos, parabenos, ftalatos, petrolatos, etc. Recuerda que nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y absorbe entre un 60% a 90% de lo que aplicamos en ella, llegando al torrente sanguíneo en cuestión de segundos.
Antes de salir de la ducha, abre el agua caliente, lo más caliente que tu cuerpo aguante por 30 segundos. Luego haz lo mismo con agua fría. Repite el proceso tres veces. Esto te ayuda a mejorar la circulación y abrir tus poros, lo que te permitirá eliminar toxinas y mantener el tono muscular.
Desayuna como un rey
Hay una gran verdad, y es que el desayuno es la comida más importante del día. Es la primera oportunidad que tienes para alimentar a tu cuerpo en la mañana y puede beneficiarte durante el resto del día. El desayuno es simplemente “romper el ayuno“. No hemos comido nada desde la noche y nuestro cuerpo empieza a iniciar un estado catabólico (tu cuerpo se está deshaciendo del preciado tejido muscular). Al no recibir alimento, el organismo comienza a nutrirse de sus propios tejidos, consumiendo de esta manera el músculo y acabando poco a poco con la masa muscular. Omitir esta comida puede privarte de nutrientes y energía, reducir tu concentración, ralentizar tu metabolismo entre otros muchos efectos negativos.
Por ejemplo, las personas que desayunan tienen mayor capacidad para concentrarse durante el día. A largo plazo, a las personas que desayunan les resulta más fácil mantener un peso saludable ya que literalmente se rompe el ayuno y el metabolismo se pone a toda marcha. Las personas que desayunan también tienden a consumir menos calorías durante el transcurso del día y no son tan propensos a cambios bruscos de azúcar en la sangre, que a menudo las empujan a comer alimentos ricos en carbohidratos y alimentos ricos en grasa, provocándoles un aumento de peso no deseado.
"Lo que empieza bien, termina bien".
Seguro 👌
Me alegra que te guste. Te animo a que compartas con nosotros alguna de tus deliciosas recetas de algún desayuno acompañado de tus maravillosas fotos.....
Me encanta 💕👌